Uno de los problemas con que nos
encontramos en la tienda cuando traéis los artículos a vender es que vienen directamente
en las cajas o embalajes en las que los tenéis almacenados en el trastero:
convencidos de que están perfectamente ni siquiera les echáis antes una ojeada.
Cuál será la sorpresa cuando sacáis el producto de la caja o el plástico donde
cuidadosamente lo habíais envuelto y aparecen con manchas de moho, manchas
amarillas, óxido… Lo único que podéis pensar es: “¡Trágame tierra! ¿Qué ha pasado
aquí?”
Lógicamente los productos
almacenados en un trastero o garaje con algo de humedad son mucho más propensos
a deteriorarse, pero tampoco se libran los almacenados en uno perfectamente
seco. Hay unos pequeños consejos que tal vez os ayuden a almacenar los trastos
de vuestro bebé según los vayáis dejando de utilizar, ya sea con intención de
venderlos o guardarlos para un siguiente hijo.
Los cochecitos y las sillas tienen
que estar bien limpios y secos antes de guardarlos. Tienen que “respirar”, por
lo tanto, no los envolváis nunca en plásticos: cajas o sábanas viejas son la
mejor opción. Y aunque sean cajas que tengan algo de espacio dentro. Para los
chasis de acero nada como untarlos antes de vaselina (quitando siempre el
exceso con un trapo), para que no se oxiden.
¿Y qué hacemos con los textiles? Me
refiero tanto a la ropita del bebé como a los sacos de la silla, vestidura del
moisés o la minicuna, sábanas de la cuna… Si van a estar almacenados largo
tiempo os recomiendo las bolsas al vacío: guardadla limpia y sin planchar,
evitaréis bastantes manchas amarillas… y si sale alguna, luego simplemente con
lavar se quitarán con facilidad. En estas bolsas también queda protegida del
polvo y de bichos indeseables, y además reducís el espacio que toda esa ropa
ocupa. Si la guardáis en cajas, acordaos de echar bolas antipolillas (las hay
no tóxicas), aunque cuando la saquéis para usarla de nuevo tendréis que lavarlo
todo otra vez. La ventaja de las cajas es que podéis sacar en un momento dado
sólo lo que necesitéis, y con las bolsas no es posible hacerlo.
Esperamos que estos sencillos
consejos os ayuden a almacenar mejor las cosas de vuestro bebé, ahorrándoos
tiempo, espacio y desagradables sorpresas cuando los desembaléis.
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